domingo, 17 de junio de 2007

masones siglo XXI

Los Masones somos hijos de la Orden, de sus altos propósitos, y de las virtudes que ha transmitido a través de los siglos; pero también somos hijos de este siglo XXI, de la sociedad de la que somos parte, y su influencia.
Un racionalismo tentacular a atenazado el pensamiento de los Hombres en estos últimos 200 años; y no digo esto por que sea un sujeto entregado al pensamiento mágico, pero no puedo dejar de reconocer que nuestros reducidos sentidos corporales no están en condiciones de revelarnos mas que un muy escaso fragmento de lo que se articula en torno nuestro, y las fuerzas a las que verdaderamente estamos sujetos.
Es este mismo racionalismo el que minó la Orden, priorizando la filantropía y el progresismo sobre su condición Iniciática y reveladora de misterios.
Pero la Masonería sostenida por los siglos sigue estando allí, reducida, tal vez, pero siempre vigente para la búsqueda del que sabe qué buscar.

aliwenkura

700 años después

1307-2007
A setecientos años de la redada ominosa en la francia del rey Felipe y el papa Clemente, que significó el principio del final de la Pauperes Conmilitones Christi et Templi Salomonici - Pobres Soldados de Cristo y del Templo de Salomón, los buscadores (investigadores, académicos, iniciados) siguen en su mayoría sin saber de modo inobjetable, que era lo que realmente se tejía intramuros, en los círculos mas cerrados de lo que popularmente llamamos Orden del Temple.
El mazazo de Clemente V, disolviendo la Orden luego de un consistorio secreto, causó un daño considerablemente mayor que la mas aberrante de las torturas que el sádico Nogaret pueda haber provocado a los Caballeros.
Canceló la condición Regular y Canónica de la Orden.
El 10 de octubre de 1311, en el Concilio de Vienne convocado para juzgar a la Orden, pero sin ningún juicio previo, Clemente V promulga la Bula "Vos Clamantis" -Abolimos, no sin margura y dolor íntimos, no por decisión judicial sino por ordenanza apostólica, la Orden de los Templarios y todas sus instituciones- .
Ya no había un ordenamiento constitucional que cohesionara a sus miembros, y la dispersión huyendo de las persecuciones hizo el resto.
Aunque en un primer momento nada se perdió, el ocultamiento y celo practicado por los circunstanciales guardianes, y la formación de numerosas corrientes que fueron depositarias del Saber Templario, terminaron llevando lo auténtico a un ocaso hoy casi imposible de remontar.
¿Cuanto de la original impronta templaria está hoy disponible en las estructuras que refugiaron en su momento a la multitud de Caballeros dispersos?
Se ha hablado hasta el hartazgo de como nació, creció, se potenció, cayó, y se disolvió la Orden de los Caballeros Templarios.
Conocemos al detalle sus batallas y expansión por toda europa, y las espantosas sesiones de tormento a la que nuestros Hermanos fueron sometidos; la codicia, envidia, sospechas, y razones políticas que los destruyó.
No tiene caso seguir insitiendo en ello.
El imperativo hoy es saber que queda verdaderamente, y donde está.
Sobre eso sería oportuno avanzar.
aliwenkura